Otra de mis estúpidas historias, ja ja ja...
Hace tiempo, de madrugada, entre música celta, escuche esta historia:
Un abnegado picador de cantera, de manos callosas y rostro quemado por el sol, pensaba siempre en sus justas aspiraciones de superación a una vida mejor... Un día, después de una faena agotadora ve pasar delante de él un mercader en un elegante carro, y viendo sus comodidades, cerró sus ojos y deseó ser el mercader. Para su sorpresa, al abrir los ojos, estaba convertido en un rico mercader. Al tiempo de disfrutar las comodidades de su nueva posición, conforme al justo sentimiento de superación, determinó que necesitaba ser alguien mas y miró entonces el palacio del emperador, cerró sus ojos y deseó ser emperador. Al abrir nuevamente sus ojos, ya era emperador; tenía bajo sus pies el reinado de la tierra, los hombres le rendían tributo y gozaba de los beneficios de su nueva posición.
Un nuevo día, pensando para sí, revisaba su vida y veía cuan lejos había llegado, pero con su justo sentimiento de superación a cuestas, pensó que ahora ya controlaba la tierra y para aspirar a más debía ser como el mar; así cerro sus ojos y al despertar, se dio cuenta que ahora se había convertido en océano. Ahora era mas grande que todo lo que había conocido.
Al tiempo de ser mar, pensó, si quisiera superarme, tendría que convertirme en viento, pues solo el viento puede agitar mis aguas y convertirlas en olas y tormentas. Cerrando sus ojos de agua, quiso ser viento... y fue viento.
Como el viento podía desplazarse libremente por todos lados, era dueño de tormentas y mares, corría por la tierra, lo inundaba todo, incluso el interior de las personas; pero se dio cuenta que había algo que no podía mover nunca. Entonces, en su justa aspiración a ser mas, pensó en esa roca que no temía a su poder, cerró sus ojos y se convirtió en roca.
Como roca era fuerte ante el viento, ante el sol, ante la lluvia y ante el mar. Sin embargo, siempre aspirando a superarse, pensó que ya eras mas fuerte que todo y se preguntó si ya no había mas que aspirar. Entonces fue cuando vio a n abnegado picador de cantera, de manos callosas y rostro quemado por el sol, que con sus herramientas toscas era capaz de controlar su fortaleza.
Esta historia me ha hecho reflexionar mucho y aún no termino de dimensionar todo su alcance...
Un abnegado picador de cantera, de manos callosas y rostro quemado por el sol, pensaba siempre en sus justas aspiraciones de superación a una vida mejor... Un día, después de una faena agotadora ve pasar delante de él un mercader en un elegante carro, y viendo sus comodidades, cerró sus ojos y deseó ser el mercader. Para su sorpresa, al abrir los ojos, estaba convertido en un rico mercader. Al tiempo de disfrutar las comodidades de su nueva posición, conforme al justo sentimiento de superación, determinó que necesitaba ser alguien mas y miró entonces el palacio del emperador, cerró sus ojos y deseó ser emperador. Al abrir nuevamente sus ojos, ya era emperador; tenía bajo sus pies el reinado de la tierra, los hombres le rendían tributo y gozaba de los beneficios de su nueva posición.
Un nuevo día, pensando para sí, revisaba su vida y veía cuan lejos había llegado, pero con su justo sentimiento de superación a cuestas, pensó que ahora ya controlaba la tierra y para aspirar a más debía ser como el mar; así cerro sus ojos y al despertar, se dio cuenta que ahora se había convertido en océano. Ahora era mas grande que todo lo que había conocido.
Al tiempo de ser mar, pensó, si quisiera superarme, tendría que convertirme en viento, pues solo el viento puede agitar mis aguas y convertirlas en olas y tormentas. Cerrando sus ojos de agua, quiso ser viento... y fue viento.
Como el viento podía desplazarse libremente por todos lados, era dueño de tormentas y mares, corría por la tierra, lo inundaba todo, incluso el interior de las personas; pero se dio cuenta que había algo que no podía mover nunca. Entonces, en su justa aspiración a ser mas, pensó en esa roca que no temía a su poder, cerró sus ojos y se convirtió en roca.
Como roca era fuerte ante el viento, ante el sol, ante la lluvia y ante el mar. Sin embargo, siempre aspirando a superarse, pensó que ya eras mas fuerte que todo y se preguntó si ya no había mas que aspirar. Entonces fue cuando vio a n abnegado picador de cantera, de manos callosas y rostro quemado por el sol, que con sus herramientas toscas era capaz de controlar su fortaleza.
Esta historia me ha hecho reflexionar mucho y aún no termino de dimensionar todo su alcance...
posted by Alacran... es mi naturaleza... at 12:37 p. m.
4 Comments:
y ese relato ..sabes su origen?..
un día cuando tenga más tiempo y dinero para el ciber café..te enviaré una historia igual de buena a la de tu blog..
un beso
No se el origen, pero creo que es arabe, o quizás indú.
En cualquier caso, viene de una cultura mucho mas mistica que la nuestra.
tranquilo amigo Diego, todos tenemos cabida en este blog... en realidad no todos.
Pero me gusta la gente que va de frente con las cosas; un viejo proverbio dice que el unico que te comprende totalmente, es tu peor enemigo.
Guardando proporciones, quien habla claro, normalmente es sincero. En todo caso, si en algun minuto me siento agredido, te lo hare saber.
Por ahora gracias por la atención prestada...
AL final lo cliché, por algo lo es:
Siempre hay certezas en sus palabras.
Gracias por tu visita, Alacrán!
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