Gotas que caen....sonidos que se apagan...

Días fríos, días grises… como siempre el otoño trae presagios del invierno. La lluvia invita a reflexionar; una hora más tarde de lo habitual y esas gotas caen desde el cielo, trayendo un mensaje de introspección.
No me había atrevido a pensarlo, aunque siempre lo pensé: el verano es una estación superficial. Sí, lo dije, y qué?. Lo correcto, o más bien, lo políticamente correcto sería decir que la primavera, seguida del verano, es el renacer de la vida para que esta se manifieste en plenitud bajos los rayo solares veraniegos, pero… es realmente así?.
Tiendo a pensar, o mejor dicho, a sentir que algo de razón hay en eso, pero hay más de propaganda que otra cosa. Personalmente prefiero las épocas más frías, en donde uno naturalmente es inducido a mirarse hacia adentro, a guardar parte del tiempo para sí mismo, a compartir con uno mismo. Tiempos que resultan demasiado necesarios en estos días de vorágine en donde todo debe ser rápido, donde la misión es accionar casi sin alcanzar a reflexionar.
Esta época más fría genera espacios de compartir mas intimidad, más cercanía, sin tanta pirotecnia. Me parece que es una época mas sincera; me gusta ver como llora el cielo en una noche oscura y fría, con ese sonido de gotas que parece estarnos contando secretos que no alcanzamos a descifrar.