Sigo en la pelea…
A veces todo se nos presenta como un combate incesante, una pelea constante… y eso no me complica, pero si me cansa. Y después de haber pagado algunas cuentas, haber renegociado otras deudas y de haberme quedado con escasos pesos en el disponible, "sigo en la pelea".
A pesar de todo, siempre hay un momento en que deseo escapar, un recreo breve; no digo evadirme, solo un break.
Y así comienzo a divagar sobre diversas cosas, voy viajando por dentro de mí, revisando cosas, y es como ir viajando por ciertos lugares de la ciudad, lugares que normalmente cruzamos a diario, pero que jamás nos detenemos a observar.
Tengo ganas de un descanso, de ir a ese lugar donde las calles son más angostas, los vehículos pasan más despacio, las personas caminan conversando, el aroma a café inunda el ambiente y el aire nos invita a sentarnos, a detenernos por un segundo a compartir y aunque sea con la mirada.
Tengo ganas de volver a ser humano, persona, con sensaciones y emociones. Un ser capaz de asombrarse, de ser sensible, de hablar y conversar con la racionalidad del corazón; tengo ganas de ser, por un minuto, turista en mi ciudad (no sólo ciudad en el sentido literal, sino también en el figurado).
Tengo ganas de volver a ser humano, persona, con sensaciones y emociones. Un ser capaz de asombrarse, de ser sensible, de hablar y conversar con la racionalidad del corazón; tengo ganas de ser, por un minuto, turista en mi ciudad (no sólo ciudad en el sentido literal, sino también en el figurado).
Tengo ganas de tener un tiempo para fijar mi mirada en lo no inmediato, sino en lo trascendental; en lo no superficial, sino en lo profundo; en lo no urgente, sino en lo importante.
Sí, tengo ganas de volver a ser humano, de ver morir la tarde siendo un “turista en mi ciudad”… no les ha pasado a ustedes??...