A day in the Life…

Hoy ha amanecido con lluvia nuevamente, el cielo esta gris y todo parece moverse mas lentamente. Tal parece ser que estos días los sonidos son amortiguados con el agua que cae del cielo; la luz del día es menos agresiva y permite que los ojos puedan vivir sin tener que soportar la lacerante luz del sol.
Esos días son para mí, inevitablemente, un llamado a pensar, a reflexionar, a agitar las aguas de los sentimientos y hacer que vuelvan a ponerse en la superficie... un llamado a dejar de ser un zombie (al menos por algunas horas o, a veces, solo algunos instantes).
Me gustaría poder pasar este día en el campo, o mejor aun en la montaña, sentado frente a un ventanal mirando como caen las gotas de agua, sintiendo en la piel la libertad solitaria para pensar, pensar, pensar, sentir y pensar... y pensar...
En nuestras vidas, vulgares y ordinarias, llenas de presiones, responsabilidades, expectativas, expectativas del resto sobre nosotros, nos queda poco tiempo para pensar, reflexionar y sentir.
Ahora, escribir sobre que cosas pienso, que cosa siento, sería casi un capitulo completo, pues aunque mi mente trabaja hoy reposadamente, no hay detención posible, no hay interrupción posible, puede haber perdida de conciencia, pero ella sigue pensando inconcientemente.
En realidad hoy es un día que quiero compartir conmigo...